
el recinto era grande y frío...
era común que estuviera en silencio...
en la parte de abajo estaba el semefo
nunca dejó de impactarme el entrar y ver uno, dos... hasta cinco cadáveres...
tenía que ir a entregar oficios... también me llevaba el morbo...

los quemados huelen horrendo...
los putrefactos dejan su olor en el entrecejo...
aveces parecía ke te veían mientas yacina ahí... tendidos en la plancha...
era el morbo... si... era el morbo...
lo recuerdo y siento la adrenalina... me fascina...
aunque hubiera pasado meses durmiendo con la luz encendia... con mi perro al lado...
me gustaba bajar con David... un tipo callado...
me prestaba los archivos de fotos

el putrafacto inflado como perro que encontraron sentado en su sala...
o aquella señora carcomida por las ratas...